viernes, 6 de enero de 2017

Señoras y señores, bienvenidos al teatro.

Uno de mis artes preferidos, el teatro. No me he dedicado a buscar en artículos ni en investigaciones sobre el tema por que creo que a partir de mi experiencia podría sacar ciertos beneficios destacables a consecuencia de hacer teatros con los niños.


    En primer lugar se adapta a ellos: ¿no es cierto que ellos mismos juegan en numerosas veces representando figuras que han aprendido, por ejemplo, a papás y a mamás? A ellos les gusta tomar papeles que han observado en otras ocasiones e imitar los comportamientos. Hacemos que mediante una ejemplificación como esa sientan que esta actividad de clase no es algo a lo que tienen que temer por que ya saben hacerlo, se puede preguntar a los niños si han jugado a ser personas, animales u objetos alguna vez (coches, trenes, etc.) así pueden ver que es algo que ya han logrado anteriormente.
El teatro puede ser utilizado para la comprensión profunda o por lo menos desde otra perspectiva de un cuento, por ejemplo. Puede contarse delante de todos y que lo escuchen y más tarde representarlo. Conseguimos con esto que los personajes se comprendan mejor a la hora de tener que imitarlos y vivirlos por dentro y que los conceptos que la historia escondan se vean reflejados en la práctica y que cuando se visualicen se comprendan mejor.

     Por otro lado, sabemos que como futuros alumnos necesitan desarrollar competencias a la hora de presentar algo delante de los demás compañeros. Aunque parezca demasiado lejano el hecho de que estos pequeños vayan a presentar proyectos delante de más gente, cuanto antes pierdan el pánico escénico y lo vean como algo natural y sano, más fácil se les hará en el futuro. Deben aprender  divertirse del arte del teatro y de expresarse públicamente.




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